Un fármaco experimental controla tumores en gatos y podría ayudar a terapias humanas

Información de Agencia SINC adaptada y editada por el equipo de coordinación de Redes ConCiencia – Iker Arroyo Martínez

El carcinoma de células escamosas de cabeza y cuello (HNSCC, por sus siglas en inglés) es uno de los cánceres más agresivos y difíciles de tratar tanto en humanos como en gatos, y se genera a partir de las células que cubren la boca, la faringe y la laringe. Es el sexto tipo de cáncer más frecuente en el mundo, con cerca de 900.000 nuevos diagnósticos y medio millón de muertes cada año.

Los cánceres de cabeza y cuello son cánceres que empiezan en los tejidos y órganos de la cabeza y el cuello, e incluyen los cánceres de laringe, garganta, labio, boca, nariz y glándulas salivales.

La mayoría de los tipos de cáncer de cabeza y cuello comienza en las células escamosas, que son células que revisten superficies húmedas como las que hay dentro de la cabeza y cuello (por ejemplo, la boca, la nariz y la garganta). Las células escamosas son células delgadas y planas que se encuentran en los tejidos que forman la superficie de la piel y el revestimiento de cavidades del cuerpo como la boca, órganos huecos como el útero, los vasos sanguíneos, y el revestimiento de las vías respiratorias y el aparato digestivo.

En España, supone cerca del 5% de los casos de cáncer detectados anualmente, y está vinculado al consumo de tabaco y alcohol, la exposición solar y a infecciones por el virus del papiloma humano. La incidencia global de este tumor sigue en aumento: solo entre 2018 y 2020 creció un 4%, y se estima que para 2030 alcance un incremento acumulado del 30%. 

Un equipo de investigadores, liderado por el Centro Oncológico Integral Familiar Helen Diller de la Universidad de California en San Francisco (EE UU), ha presentado los resultados del primer ensayo clínico de una nueva terapia dirigida a gatos domésticos, que publica la revista Cancer CellSegún afirman, el tratamiento consiguió controlar la enfermedad en el 35% de los pacientes felinos con efectos secundarios mínimos

“La enfermedad surge de manera espontánea y es similar histológica y biológicamente al carcinoma de cabeza y cuello humano. El análisis de los tejidos previos al tratamiento sugiere que la expresión de genes involucrados en el sistema inmunitario está asociada con una respuesta clínica al fármaco”, dice a SINC Jennifer Grandis, investigadora del grupo responsable del ensayo.

El tratamiento actual del carcinoma de cabeza y cuello suele combinar varias estrategias. En los tumores de la cavidad oral, lo habitual es realizar primero la cirugía y después aplicar una combinación de quimio -radioterapia. En los casos de faringe y laringe, se suele optar por dicha mezcla como tratamiento inicial, para preservar la función de la laringe.

Los investigadores del ensayo utilizaron en este estudio un fármaco originalmente pensado para tratar cánceres de cabeza y cuello en humanos, el primero capaz de dirigirse específicamente al factor de transcripción STAT3. Este factor está presente en numerosos tumores, tanto sólidos como líquidos, incluida la mayoría de los casos de carcinoma de cabeza y cuello.

Los inhibidores de STAT3 pertenecen a una clase química específica de compuestos diseñados para atacar e inhibir las proteínas transductoras de señales de transcripción 3 (STAT3). STAT3 es un factor de transcripción crucial que desempeña un papel fundamental en diversos procesos celulares, como la proliferación, la supervivencia y la diferenciación celular. En circunstancias normales, STAT3 se activa en respuesta a citoquinas y factores de crecimiento, lo que le permite translocarse al núcleo y regular la expresión de genes implicados en las vías de señalización celular. Sin embargo, la activación anormal de STAT3 se ha asociado a varias enfermedades, entre ellas varios tipos de cáncer, trastornos autoinmunes y afecciones inflamatorias.

Los inhibidores de STAT3 están diseñados para interactuar con el sitio activo de la proteína STAT3, impidiendo su activación. Al hacerlo, estos inhibidores interrumpen las cascadas de señalización que dependen de STAT3, modulando eficazmente los patrones de expresión génica asociados con el crecimiento celular anormal y la inflamación. La inhibición de la actividad de STAT3 ha resultado prometedora en la investigación para controlar la proliferación celular y promover la muerte celular en células cancerosas, así como para mitigar las respuestas inflamatorias en ciertas enfermedades.

La idea de probar el medicamento en gatos domésticos surgió de una conversación entre Grandis y su hermana veterinaria. La investigadora descubrió que los cánceres orales como el carcinoma de cabeza y cuello en gatos son extremadamente difíciles de tratar, y que la mayoría de los animales fallece entre dos y tres meses después del diagnóstico.

“Los gatos fueron monitorizados de forma exhaustiva mediante la evaluación de un veterinario en cada visita, como ocurre con todos los pacientes en ensayos clínicos de fase I. Los gatos recibieron un examen físico completo, que incluía su peso corporal, y se realizaron evaluaciones regulares de los índices hematológicos y pruebas seroquímicas en sangre”, explica a SINC Daniel Johnson, que colidera la investigación.

De los 20 gatos incluidos en el estudio, 7 mostraron una respuesta parcial o lograron mantener la enfermedad estable durante el seguimiento. Entre estos animales, la supervivencia media tras el tratamiento fue de 161 días.

Al analizar los tumores y las muestras de sangre de los gatos tratados, los investigadores observaron que el compuesto actuaba de dos formas: bloqueaba la actividad de STAT3 y, al mismo tiempo, aumentaba los niveles de PD‑1, una proteína relacionada con la activación de la respuesta inmune frente al cáncer.

“El bloqueo de la señalización mediada por STAT3 es el mecanismo primario del fármaco. El aumento en los niveles de PD-1 indica que el sistema inmunitario ha sido activado por el medicamento en los gatos que respondieron”, indica Johnson.

Los investigadores destacan que los ensayos en mascotas pueden ser un modelo mucho más realista de cómo funcionarán los medicamentos en humanos en comparación con los ratones. “Los gatos que desarrollan cáncer oral representan mucho más de cerca la heterogeneidad observada en el carcinoma de cabeza y cuello humano. Los ratones de laboratorio inoculados con líneas celulares inmortalizadas están limitados por la homogeneidad genética y se mantienen en ambientes artificiales”, concluye Grandis.

Actualmente, el equipo de Grandis y Johnson trabaja con una pequeña empresa de biotecnología para avanzar en el desarrollo de este compuesto, tanto en ensayos clínicos en mascotas como en humanos.

Referencias

  1. Equipo de redacción de SINC. Un fármaco experimental controla tumores en gatos y podría ayudar a terapias humanas. Agencia SINC. 2025. Disponible en: https://www.agenciasinc.es/Noticias/Un-farmaco-experimental-controla-tumores-en-gatos-y-podria-ayudar-a-terapias-humanas
  2. Sociedad Española de Medicina Interna. Cáncer de cabeza y cuello. SEMI. 2025. Disponible en: https://www.fesemi.org/informacion-pacientes/conozca-mejor-su-enfermedad/cancer-de-cabeza-y-cuello
  3. Santa Cruz Biotechnology, Inc. Inhibidores Stat3. SCB, Inc. 2025. Disponible en: https://www.scbt.com/es/browse/stat3-inhibitors

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